jueves, 31 de enero de 2013

Queridos corruptos.

Queridos corruptos, entiendo que ser ustedes no es fácil. Ser corrupto requiere un esfuerzo mental continuado que te permita coger con una mano y con la otra repartir tortas contra la corrupción. Ante la avalancha de casos de corrupción de los que nos estamos enterando día sí, día también, humildemente, les hago una serie de peticiones.

1.- Roben menos. Fíjense que no les estoy pidiendo que no roben, eso es como pedir a un peral que no dé peras, pero sería interesante, teniendo en cuenta cómo estamos por aquí abajo, que roben lo justo para enriquecerse pero para no cabrearnos demasiado.

2.- No nos den lecciones de moralidad. Igual les parece una tontería, pero es que cada vez que salen hablando de lo ladrones que son los vecinos, no podemos dejar de pensar en lo ladrones que son ustedes y, entendiendo que son ladrones por naturaleza, que no lo pueden evitar, ustedes deben entender que nos están poniendo de los nervios. Igual nos ven como vacas a las que estrujar al máximo, pero recuerden que las vacas también se cabrean y sueltan unos leñazos que no veas. Y no queremos que sufran ustedes un accidente.

3.- Intenten evitar discursos de austeridad. Porque aunque no somos, la mayoría, grandes economistas, eso también nos crispa un poco. Hagan lo que tengan que hacer pero entiendan que hablar de "ajustarse el cinturón" o de "medidas dolorosas" sabiendo que, en muchos casos, sus sobresueldos son más altos que nuestros sueldos, suena a chino mandarín.

4.- Den clases de actuación. Para el caso improbable de que los pillen. Sonreír ante las preguntas que les hacen nos cabrea aún más, al menos finjan vergüenza. Tampoco nos lo vamos a creer, pero agradeceríamos el detalle.

5.- Apuesten por lo nacional. Ya que nos están robando a manos llenas, al menos, inviertan sus ganancias aquí. Hombre, no es para nombrarlos hijos predilectos pero, al menos, algo de lo robado recuperaremos.

6.- No se reproduzcan. No les pido que se esterilicen, pero no enseñen su oficio a las jóvenes promesas, que su arte muera con ustedes. Entiendan que, ahora mismo, son demasiados para que les podamos mantener a todos. No se depriman, igual en un futuro, vienen tiempos mejores en los que podamos mantenerles a todos, pero es que ahora mismo, de verdad, no tenemos tanto dinero para mantenerlos.

Sinceramente, no espero que me escuchen, es probable que estén liados preparando, a los que les han pillado, sus defensas y, los que están todavía libre de sospecha, nuevos negocietes con los ejercer su arte. Aun así les agradezco sinceramente su atención.

Esperando no tener nunca noticias de ustedes, se despide atentamente.

Una de las vacas a la que ordeñan.

martes, 15 de enero de 2013

Lo legal y lo moral

Con el ex trabajo ya del señor Güemes en Unilabs, hemos escuchado por tierra, mar y aire que lo que hacía no era ilegal, aunque muchas voces lo criticaban por inmoral y poco ético. Hoy vamos a hacer un cursillo rápido de cosas que, igual muchos políticos no, pero el resto de los mortales, aun sabiendo que son legales, las consideramos inmorales.

Ser ex Consejero de Sanidad en Madrid, privatizar una parte y, años después, trabajar en una empresa que se aprovecha de esa privatización: Legal, pero inmoral.

Enrollarte con la ex novia de tu mejor amigo días después de que ella lo deje: Legal, pero inmoral y peligroso para la integridad física.

Destruir un banco, estar considerado entre los cinco peores dirigentes del mundo y ser contratado por la mayor empresa de telefonía española: Legal, inmoral y de chiste malo.

Levantarte cada mañana para orinar desde tu ventana hacia tu jardín privado, a la vista de los vecinos: Legal, inmoral y con cierto riesgo de caer, matarse y ser el cachondeo de los próximos lustros de la comunidad.

Ser el máximo responsable de Parques Nacionales e irte de caza a una finca que comprende parte de un Parque Nacional: Legal, inmoral y letal para los bichos que viven por allí.

Sacar la basura justo cuando ha pasado el camión o en festivo:Legal, inmoral y una guarrada. Y no estoy mirando a nadie.

Montar una Comisión de Investigación para un caso de corrupción por, por ejemplo, repartir fraudulentamente dinero de EREs en Andalucía y que no lleguen a nada: Legal, inmoral y de un morro del tamaño del peñón de Gibraltar.

Quitar el aparcamiento a alguien, sabiendo que estaba esperando antes que tú: Legal también, inmoral y susceptible de encontrarse el coche rayado artísticamente.

Utilizar fondos europeos para el desarrollo del empleo para financiar un partido politico y llegar a un acuerdo para que no entre nadie en la cárcel: Legal, inmoral e incomprensible para la mayoría de la gente. Qué sabrá la gente.

Como ven, amigos políticos, en general no es tan difícil descubrir que una cosa, puede ser legal, pero también puede ser de una inmoralidad supina. Y, a lo mejor, esperamos de ustedes, no sólo que cumplan con la legalidad, faltaría más, sino que además sus actos sean morales. Es difícil cambiar a estas alturas, lo supongo, pero empiecen por algo sencillo, no sé, dejen de mearse desde la ventana y, a partir de ahí, ya veremos.